Antes de que comience a hablar sobre el programa en cuestión
que he elegido, me gustaría dejar claras un par de cosas: 1. odio la
televisión, no profundizaré más, simplemente la odio, y 2. jamás he tenido
sentimiento de afinidad por los movimientos políticos españoles, ni la
izquierda, ni la derecha. Creo que me
pilló la generación desilusionada con la política, los medios de comunicación,
sus relaciones y sus grandes mentiras.
El programa que he elegido es La sexta noche, más concretamente su sección La opinión de Revilla. Como anteriormente he dicho no soy
televidente habitual, pueden pasar meses con el cable de antena desconectado;
pero hace unas semanas vi un pequeñísimo rayo de luz en la televisión de
España. Un conocido me contó que la cadena
La Sexta había creado una sección en la que dejaban al político Miguel
Ángel Revilla hablar tranquilamente y dar una especie de clases sobre la
política y economía nacional e internacional con la ayuda de una pizarra y una
tiza. Queda claro que las explicaciones son desde el punto de vista de este
señor, pero usa datos objetivos, específicos y bastante técnicos (aunque
explicados para que la mayoría pueda seguir las ideas y el discurso).
Busqué en internet y efectivamente encontré en la página de
la cadena programas anteriores para ver en streaming. He de admitir que me
sorprendió mucho el programa. No es fácil encontrar en televisión un espacio en
el que alguien hable con cierta libertad y durante más de dos minutos sin ser
interrumpido, y mucho menos habitual es encontrar a una persona explicando algo
claramente con datos sobre una pizarra y no con imágenes impactantes que
fulminan la capacidad crítica. Todo esto es positivo y muy gratificante tal y
como están evolucionando las programaciones televisivas. Además el título, La opinión de Revilla, ya da cierta idea
de que no es información subjetiva y sesgada que se nos intenta hacer pasar por
objetiva, es la opinión de una persona en concreto.
Pero tampoco nos volvamos locos y nos dejemos deslumbrar por
un pequeño rayo de luz dentro de la más absoluta oscuridad. El señor Miguel
Ángel Revilla está ahí porque es afín las ideas que quiere transmitir la
cadena, porque ha tenido una serie de éxitos televisivos y literarios, y porque
algunas minorías del público se estaban desencantando mucho con la programación
de La Sexta. Además es lógico que los millones de parados españoles y las
personas preocupadas el panorama político y económico español quieran escuchar
este tipo de discursos críticos y en busca de soluciones (sean verdad o no).
Lo peor del programa, cosas que difícilmente se podrían
eliminar (“el medio es el mensaje”), son el aplauso fácil a las frases
elocuentes, las pausas publicitarias en momentos “interesantes” o la forma de
guiar los temas del presentador para hacer hincapié en los elementos morbosos. Lo
cierto es que tanto el señor Miguel Ángel Revilla como esta sección del
programa de La Sexta, La Sexta Noche,
se han ganado esta reseña por tratar de acercarse a la verdadera educación
televisiva y a la transmisión de información.
-Daniel Herrera Torres-
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