Como pasa el tiempo, vamos pa viejos diríamos o putos nostálgicos. Parece que fue ayer el verano de 2011 cuando escuchando
el tema “Grow till tall” de Jonsi, el cantante del grupo Sigur Rós sacamos aquella estúpida promesa.
Si, aquella podía parecer estúpida incluso de estas que se quedan en el típico "te bebes dos birras y te vas de viaje" pero no, es aquí donde aparece un tal Kike.
- Algún día vamos a ver a esta gente y cuando eso nos vamos a poner dos gorritos con dos cojones.
Así fue dos años más tarde con esa pinta entre psicópatas y frikies a -10 grados en la gélida Munich donde no está de más perderse antes de un evento tan esperado si después tienes que robar una botella de Jageirmester para “colocarte” en la cola nunca mejor dicho todo por no entrar sereno y sin cash al concierto.
- Heima means Stole.
Todo listo para comenzar, en menos de una hora estamos y ahora hay que marcarse unas palabritas para aquello de la Ley de los 40.
Aquí estamos viendo a Sigur Rós, unos islandeses que en mi opinión
son uno de los grupos más ricos musicalmente hablando que nunca he conocido, con
una puesta en escena “austera” pero con infinidad de detalles donde más bien tienes
la sensación de que la gente acude a un retiro espiritual cuando atienden con
esa tranquilidad al espectáculo musical y de iluminación a menos que vayas con
un gorro de zorro y una botella de Jager sin haber comido. Unas dos horas y
media de música de estos genios y listo. We were there.
-Magnifico.
-As hell.
-Magnifico.
-As hell.
Con esta historia
no quiero contar algo personal sino mi punto de vista o mi manera de disfrutar de un evento cultural y así
también recomendar este grupo si no has tenido la oportunidad de escucharlo
aún.
Antonio José Ramírez
Carmona
Magnifike!
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