Prologo
La primera parte
corresponde al orgásmico prologo y no me refiero con este a el doble orgásmico
prólogo de Anticristo, orgasmo visual
es lo que se celebra en estos comienzos de Lars Von Trier que por lo menos en
mi despiertan las ganas de fumar al acabar como si el acto hubiera cesado. No
miento si digo que para mí la película podría haber acabado con este y no porque
el mismo sea una especie de resumen “subjetivo” dentro de la película si no por
la sensación de complacencia que este provoca, la fusión de la cámara lenta con
la obra de Wagner, Isolda, compactan una perfecta sinfonía donde el planeta
Melancolía describe el personal Apocalipsis del autor, Melancolía aquella
palabra que antiguamente quería decir depresión y aquí encaja perfectamente
como nombre con ambos significados. Por una parte la depresión sobre la que
gira el film y por otro esa tendencia a la tristeza permanente por la que nos lleva este. La naturaleza
juega una papel fundamental al igual que en el El Anticristo. Destacar también la imagen de “la mujer trastornada” que queda clara en
este exceso de simbolismo dentro del prólogo, que manera de explicar tanto con
tan poco. Y es la mujer o en este caso las mujeres los “planetas” para dirigir
esta película, este choque entre dos partes.
Justine es la primera
parte, la novia, la boda, la representación de la llegada de ese sentimiento
(Melancolia), la mujer que utiliza el autor para descentrarnos, para llevarnos
a su terreno, ocultarnos su enfermedad, el caos familiar, la hipocresía de
intentar aparentar su felicidad ante los demás, la manera de hundirse cada vez
más en su melancolía a la misma vez que esta se acerca.
Parte 2
Claire es la segunda parte, la madre, la hermana, el final
de la civilización, el temor a la muerte en contraste con la resignación, como
perder poco a poco la fuerza mientras se debate en la bipolaridad de aceptar la
realidad o intentar convencerse a sí misma de otra alternativa.
Conclusión
Mi interpretación personal sobre la película se basa en que los
dos planetas por tanto se corresponde con las maneras de afrontar el fin del
mundo, la muerte, el apocalipsis personal del director, imágenes llenas de
simbolismo que como caracteriza a este señor cada uno interpreta como le viene
en gana y en eso queda reflejado la actuación de los dos personajes y esta
confrontación de sus actitudes para provocar una reflexión.
Debo de reconocer que mi simpatía por lo estético y técnico
me ha llevado a idolatrar este prólogo y a este señor y sin darme cuenta me comí el tiempo sin hablar
nada mas de la peli aunque creo que es suficiente y pensándolo bien quizás sea
el momento de dejar de felar a Lars y
seguir con el siguiente acto encendiéndome este pitillo.
Antonio José Ramírez Carmona
Antonio José Ramírez Carmona
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