lunes, 18 de marzo de 2013

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CORRAMOS UN TUPIDO VELO



El velo, esa tela que muchas veces nos impide que se vean las cosas con claridad y que otras muchas oculta la verdad. Esa misma tela que no nos deja ver el rostro de alguien cuando lo lleva puesto, paradojas de la vida que suela ser el día de una boda o el día de un entierro, tal vez para ocultar la tristeza de unos al casarse o tal vez para ocultar la alegría de otros al saber que alguien al que odia ha muerto.

Tras decir lo que significa un velo para mí, pediría que observaseis a las dos personas que aparecen detrás del velo. Quizás fue fruto de la casualidad que una monja y un cura estuviesen detrás de él justo en el momento en el que hice la foto, pero ahora mismo me viene como anillo al dedo y aunque sin querer haya hecho una crítica a los miembros de la iglesia desde luego que no era mi intención, asique mejor ¡CORRAMOS UN TUPIDO VELO!

Todos hemos utilizado alguna vez esta expresión, ya sea para evitar una discusión con alguien a quien apreciamos o para olvidar algún problema que nos hace daño. También la utilizamos porque es una forma de pasar página en los momentos que más lo necesitamos.

De modo que últimamente he decidido correr un tupido velo con la vida en general (no quiero decir que todo en la vida sea malo), aquí las cosas pasan por algún motivo, asique voy a intentar no perder mi tiempo con el dolor por otras personas, animales o cosas…asique mejor, ¡CORRO UN TUPIDO VELO!

Para terminar, me quedo con esta frase:
¡Muchas veces una profunda tristeza puede estar refugiada tras un velo de alegría!

Nomerompaslasbolas

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