Málaga me mata cuando:

Cuando salgo los jueves por la noche al centro y justo cuando me vuelvo a casa me encuentro a los limpiadores de las calles. Cada vez que se ponen a baldear la calle y yo estoy cerca mi vida empieza a correr peligro, suerte que siempre hay alguien a quien agarrarse. A partir de ahora saldré con mis botas de agua del Decathlon.

También me mata que los relaciones públicas nos empiecen a acosar para que vayamos a sus pubs, todavía no han entendido que lo que significa la frase “no, ya vamos a otro lado”.

Cuenta la leyenda que cada vez que un coche o una moto vaya con prisa por Málaga, cuando se encuentre un semáforo se le pondrá en rojo casi 10 minutos. A lo mejor es por eso que cuando no hay semáforo ni siquiera se paran en los pasos de peatones para esperar a que la gente pase, y aunque estén pasando les da lo mismo.

Eso sí, Málaga tiene un clima estupendo que ya quisieran muchas ciudades. La verdad es que se está muy bien por esta zona y para mí lo tiene todo, aunque me fastidie ir a la playa a estudiar en mayo y que de pronto me meta en los ojos toda la arena del viento que se forma en un momento.

Sin embargo, no puedo hacer muchas críticas de Málaga puesto que no la conozco en profundidad y me quedan muchas cosas por visitar. Aun así, los jueves a mi MÁLAGA ME MATA!.

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