domingo, 14 de abril de 2013

1

La Escena de Canterbury

De pequeño tuve la suerte de que mi padre pusiera siempre grupos como Pink Floyd o Uriah Heep en el coche, y recuerdo entre todas esas canciones una que me marcó profundamente: Summer Lightning, del grupo Camel. Los preciosos arreglos de voz, el ritmo funky y el maravilloso solo de guitarra que poseen ese tema siempre me han fascinado. En esa época no sabía que grupo era y cuando años más tarde escuché por mi cuenta el álbum Mirage de los ya citados Camel, quedé tan impresionado que empecé a devorar la discografía del grupo. Grata sorpresa fue el descubrir que Summer Lightning pertenecía a un LP de la agrupación británica.

Todo esto me sirve como excusa para para hablaros acerca de uno de mis movimientos musicales favoritos de la segunda mitad del siglo XX historia: La Escena de Canterbury.



Lo que me gustaba (y me gusta) de Camel era su capacidad para mezclar con inteligencia el rock, el jazz, el rock progresivo, tintes de música clásica y barroca, el rock sinfónico y la psicodelia. Leyendo sobre el grupo, descubrí que perteneció a un movimiento musical específico que tuvo su auge entre finales de los 60 y finales de los 70 en Canterbury, al suroeste de Inglaterra. Tras Camel, descubrí a Soft Machine (pioneros del movimiento), Caravan (para mí el grupo Canterbury por excelencia), Gong, Hatfield and the North...

El rock en aquellos tiempos empezó a alcanzar un estatus artístico y de prestigio que dejó embelesada a la crítica de todo el mundo. Fabulosos grupos como Pink Floyd o Yes se hacían con la fama mediática, pero la Escena de Canterbury pasó un poco más desapercibida. Este nuevo rock de vanguardia buscaba alejar su estilo del blues o el country para acercarse mediante experimentos sonoros a nuevas formas de expresión nunca antes vistas.

Curiosamente aunque en su momento algunos representantes del movimiento eran reacios a que la prensa les etiquetara de esta manera, estos grandes músicos convivieron en un espacio, un tiempo y bajo unas perspectivas comunes. Además llegaron a crear una pequeña comunidad de relación amistad/trabajo, pues muchos de los integrantes de las bandas iban rotando de grupo en grupo con regularidad.


Os animo a todos y a todas a sumergiros en el fascinante mundo de la Escena de Canterbury, pues su música heterogénea llena de originalidad, dominada por unos complejos arreglos de teclado, voz e instrumentos de viento que conviven con guitarras eléctricas, harán las delicias de todos los melómanos aquí presentes.



1 comentario:

  1. Un movimiento muy interesante. No lo conocía hasta hace poco, precisamente uno de mis profesores del Conservatorio creó en los 70 un grupo que muchos encuadran, como una representación tardía del movimiento, en el sonido Canterbury.

    http://es.wikipedia.org/wiki/Tabletom

    ResponderEliminar