A veces se ve un alboroto
en una esquina de la facultad de modernos de Málaga. A veces, solo a
veces, ese alboroto nos habla de expresión, de arte, de
sentimientos, de sensaciones, a veces, solo a veces “Galería
Central”.
Está Marc Jacobs y luego
la chica que cuentan que se creyó merecedora de mi atención
cortándose el pelo del pubis desnuda en público. Escribo esto desde
mi alcoba, bajo la luz de un flexo. ¿Por qué no me incita esa
imagen a tener sexo? Con mi mano, claro. (Estoy hablando de una
exposición de arte moderno.) ¿Alguien de los presentes ve original
esa obra de arte? García Vaquero. De hecho, me parece más bonito
ver a una chica pasar vergüenza que fingir desparpajo (aunque sea
hasta el punto de tenerlo).
¡Que alguien entre en mi!
Por detrás o por delante. ¿Qué mayor “modernada” que mis
entradas?, por otra parte. Estoy seguro de que alguno, a demás de
mi, siente pena (y digo pena de verdad, en serio, lo he pensado
mucho, y es pena) cuando ve a los organizadores de las exposiciones
intentar mandar a callar a la gente que solo quiere cerveza gratis
para que se le escuche al moderno pregonar. ¿A quién le interesa
demonios?
Espero que algún día
exponga algún gangsta allí. Los fotógrafos son muy malos, con sus
desnudos y sus retratos en blanco y negro. De verdad, es repugnante.
Por favor, que alguien con conocimiento de causa les pare los pies a
esta gente, que se lo están creyendo, que luego se presentan a
concursos y festivales, y que les seleccionan y que incluso ganan, y,
maldita sea, esto no puede seguir así. Lo peor es que es bastante
probable que todos estos “artistitas” tendrán una cultura
artística acojonante, pero, maldita sea, ¿cómo se les puede dar
tan mal imitar a sus ídolos?
Por otra parte, es
maravilloso y muy arrogante por mi parte mirar (o creer mirar) la
tierra desde fuera, como cuando miras los alrededores de un
hormiguero. Muchas hormigas parecen estúpidas, intentando arrastrar
cosas muy pesadas, o escalando por tu dedo creyendo que por ahí se
escapa. Es divertido, tienen su función, aunque su función sea
divertirme. Van a morir todas, joder, todas, las pienso matar.
Empezáis a comprender ahora que soy el maldito rey.
Escúchame, tu,
despreciable calendario de vampiro y la comunidad, ahora he
recuperado mi anillo dorado*, puedo continuar arrogante contigo,
ahora estoy en perfectas condiciones para decir: “te quiero y te
odio, Fdo: El Mal”.
En resumen, no hay nada
gangsta en Galería Central, ni en su gente, ni en su pared, ni en
sus sobornos gratuitos, es todo depresivo, con todas esas personas
que no tienen ni la más remota idea de qué piensa el resto sobre
ellas.
Les ha hablado Vicente
Martínez Marjalizo, desde Ill y noise en Illinoise.
*
Estaba reparándose en una joyería, antes me quedaba grande en el
dedo índice de la mano derecha, donde reside mi poder.
`+`
ResponderEliminar´ç´
( tu sabes a que me refiero )
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