¡Jumanji!

Jumanji, un juego para los que buscan quizás el modo de dejar su mundo atrás. Tire los dados para mover. El doble da otro turno. El primero que llega a la meta, gana.

Advertencia a los aventureros: no empiecen si no piensan terminar.

¿Qué es Jumanji? Una película hortera, MUY hortera, los 90 en estado puro.

No se muy bien porque, ni que pasó durante el rodaje, pero el conjunto final es una “adaptación” mas bien mediocre del relato de Chris Van Allsburg, el cual no me he leído (ni voy a leer). Lo peor es que la culpa de esto es del propio Allsburg, que se empeño en colaborar en la cinta y en crear un guión magistral, cosa que no sucedió por múltiples diferencias con los guionistas y el director, Joe Johnston, que tal vez no os suene (a mi tampoco), pero es el responsable de la obra maestra “Cariño, he encogido a los niños” (o eso ha puesto alguien en Wikipedia). El caso es que aun con todo, les salió una película cojonuda. No quiero ni pensar en que maravilla les habría salido si se hubiesen puesto de acuerdo todos.

Puede que la película en su conjunto no te deje apreciar toda la belleza que esconde, pero si la analizamos por partes no tendremos más remedio que enamorarnos de cada minuto de película.

La banda sonora (la cual estoy escuchando mientras escribo esto) es simplemente perfecta, enserio, echadle un vistazo. Los efectos especiales fueron en su época toda una innovación y uno de los reclamos de la película. A mi parecer aun sigue siendo uno de sus puntos mas fuertes, siendo capaces de superar los de algunas obras recientes, véase Avatar (NO LA VEAIS). Es más, para todos aquellos que se ríen de los efectos especiales de Jumanji, y concretamente de la escena de los monos, deciros que son de lejos los primates mas realistas jamás recreados en la gran pantalla, y el que diga lo contrario no ha visto un mono en su vida.

Pero sin duda la mejor baza de Jumanji fue Robin Williams, que por aquel entonces, inexplicablemente, gozaba de gran popularidad entre el público (eran los 90, yo que se).

Robin, que hasta entonces siempre había estado algo sobreactuado en sus películas y con un infinito repertorio de caras “graciosas” para mostrar, se metió en el papel de Alan, un niño atrapado dentro del juego, enseñándonos a un Robin Williams desconocido, en una de sus interpretaciones más puras y personales. Un papel hecho a su medida, aunque creo que James Franco podría haberlo hecho algo mejor, pero ese es un tema en el que mejor no me meto.

Antes de rodar la apoteósica escena final, cuenta el director que Williams se detuvo delante de una de las cámaras, se hizo el silencio y bajo la mirada atónita del equipo pronuncio la que sería una de las frases más famosas de su carrera:

"Anoche nos entraron a robar unos gays. Rompieron la ventana, entraron y nos cambiaron de sitio los muebles" – Robin Williams

Nadie sabe muy bien porque lo dijo, pero lo dijo.

A R T E con mayúsculas.

- Saúl Roldán Álvarez -